El descanso en la mujer

Las mujeres duermen más, pero descansan menos. La Sociedad Española del Sueño (SES) señala que trastornos como el insomnio afectan más a mujeres que a hombres. Y no es la única diferencia entre sexos en lo relativo al descanso. Durante la vida de una mujer, los períodos de sueño se ven afectados por los ciclos hormonales, lo que condiciona sus necesidades de descanso a la hora de irse a la cama. La neurofisióloga clínica del Hospital General Universitario de Alicante y miembro de la SES, Teresa Canet, explica a la Fundación del Sueño Mónica Duart las características del sueño de la mujer y cómo mejorar su descanso con el objetivo de beneficiar su salud.

  • ¿Cuál es la diferencia entre el sueño de los hombres y de las mujeres?

El sueño cambia a lo largo de las distintas etapas de la vida para los dos. El sueño está influido por componentes biológicos y sociales. En las mujeres hay una influencia hormonal que hace que sea diferente en cuanto a fases de sueño, duración y afectación de las distintas patologías del sueño.

  • ¿Cómo cambia la necesidad de sueño durante las diferentes etapas de vida de la mujer?

Aumenta en la pubertad, y en los primeros meses de embarazo. A partir de la menopausia disminuye.

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La doctora Teresa Canet. Fuente: Hugo Izquierdo
  • Las mujeres duermen más que los hombres, pero la calidad de sueño resulta peor, ¿Cómo podemos mejorar el sueño de la mujer?

La peor calidad del sueño de la mujer procede de numerosos despertares nocturnos, muchas veces en relación al papel de cuidadora, mencionado por algunos autores como “el cuarto turno”; cuando llega la noche las mujeres son las que suelen ocuparse de atender a los niños cuando despiertan, tienen que alimentarlos cuando son bebés, cuando son mayores están atentas por si han vuelto a casa a la hora indicada y en buenas condiciones, cuidan a los padres, o al marido si está enfermo. También influye en el sueño el que ellas cuando tienen hijos realizan menos actividades sociales; salen menos, realizan menos deporte. Repartir las tareas del cuidado a otros y dedicar más tiempo personal para ellas y sus relaciones sociales pueden ser clave para mejorar el sueño. Cuando estos despertares son causas de alguna patología del sueño como apneas o movimientos de las piernas durante el sueño o insomnio deben consultar con los especialistas del sueño.

  • El descanso es clave para el desarrollo físico y mental, ¿Cuáles son las principales dolencias que desarrollan las mujeres que sufren trastornos del sueño?

En comparación con los hombres y en distintas etapas de la vida podemos decir que en la pubertad se ha observado más trastornos alimenticios. Durante el embarazo pueden emerger las apneas del sueño y piernas inquietas e insomnio pudiendo revertir después. A partir de la menopausia padecen más insomnio, apneas del sueño y piernas inquietas.

  • Trastornos comunes como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas, ¿son señal de aviso en la salud?  

Sí, son señales de aviso ya que su padecimiento está relacionado con sensación de mal descanso nocturno, mayor riesgo de accidentes laborales o domésticos, tener más riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares como hipertensión, infartos cardiacos o ictus cerebrales o psiquiátricas como la depresión.

  • ¿Qué aspectos se necesitan investigar de la salud y el descanso con un foco específico en la mujer?

Se necesita conocer más la fisiopatología de las alteraciones del sueño en la mujer. Saber cómo les condiciona la genética y las hormonas. Esto repercutirá en el aspecto diagnóstico; los grados de severidad podrán considerarse diferentes entre sexos y las consecuencias en la salud ser distintas. A nivel del tratamiento permitirá ajustar dosis o entender efectos secundarios dependientes del género. Por ejemplo, se sabe que las dosis del hipnótico zolpidem debe ser la mitad en las mujeres que en los hombres para evitar efectos adversos como la somnolencia al día siguiente. Antipsicóticos como la olanzapina producen efectos secundarios contrarios según el sexo; en la mujer produce somnolencia y en el hombre insomnio.